Imagen: Juan Pedro Flores |
Volvamos a la movilización contra la austeridad y el capitalismo
30/04/2015, Editorial del número de mayo de La Brecha, periódico de Socialismo Revolucionario
Català
Desde La Brecha , hemos hablado y escrito bastante sobre el nuevo periodo político y social que se está abriendo que viene marcado por la crisis del bipartidismo y del régimen de 78 en general junto con el gran aumento del nivel de confianza y esperanza en la posibilidad de un cambio político que rompa con la austeridad. Este año – lleno de citas electorales importantes – marcará un paso más en estos procesos, pero estamos viendo que dichos procesos no son precisamente rectos, sino llenos de contradicciones, y también problemas y desafíos a superar.
Las elecciones andaluzas han puesto en evidencia esta situación. Su convocatoria anticipada ha sido una jugada desesperada por parte de un PSOE en pleno declive, con la intención de dar un golpe sobre la mesa e intentar combatir su marginación con titulares de una “victoria” electoral. Y hasta cierto punto la jugada les ha salido bien, siendo el partido más votado, a pesar de perder muchos miles de votos respecto a elecciones anteriores. Esto tiene que ver en gran parte con características particulares andaluzas, donde el PSOE mantiene su base – y red clientelar – más fuerte a nivel estatal y donde, a pesar de su política de recortes “light”, el gobierno andaluz es percibido por muchos como mal menor a la ultra-austeridad del PP.
En vez de materializarse una oleada imparable de crecimiento de una fuerza alternativa para ganar y desplazar al bipartidismo – como Podemos, por ejemplo – hemos asistido a una fragmentación del mapa electoral, con la fuerte irrupción de Ciudadanos y Podemos. El resultado conseguido por Podemos, a pesar de ser impresionante para un partido tan nuevo, deja la impresión de que el crecimiento explosivo de la formación está tocando techo, por lo menos temporalmente.
El crecimiento de un partido hasta gobernar nunca va ser fácil, ni en una línea recta ascendente sin pasar por diferentes fases y complicaciones. Pero sugerimos que en este caso, puede tener que ver en alguna medida, con la evolución política de Podemos, que llevamos un tiempo criticando. Hasta cierto punto, la irrupción de Ciudadanos – una formación populista más bien de derechas - ha limitado el potencial de Podemos en estas elecciones.
Esto para nosotros es una muestra de los peligros del enfoque político de la dirección de Podemos, que se basa en la “transversalidad”, buscando llenar el “centro” del panorama político, en vez de presentar una perspectiva audaz de cambio radical de izquierdas, en línea con el programa inicial de la formación. Parece que en este viaje hacia el “centro”, Pablo Iglesias y Cía., corren el peligro de chocar con Albert Rivera y Ciudadanos, que también disputan la dirección de la lucha para simplemente “renovar” la política distanciándose tanto de la izquierda como la derecha.
Por otra parte, ya casi nadie ignora que la debacle electoral de Izquierda Unida en Andalucía tiene que ver con el grandísimo error político de haber pactado un gobierno de austeridad (“pero menos”) con el PSOE, un error del que La Brecha y Socialismo Revolucionario hemos alertado consistentemente.
Desde nuestro punto de vista, los resultados de las andaluzas reflejan una oportunidad perdida respecto a lo que hubiera sido posible con la presentación de un frente de izquierdas (incluyendo a Podemos, IU, y los movimientos sociales), democrático, combativo y aglutinador, con un programa 100% anti-austeridad.
Las municipales, autonómicas y la confluencia – El papel nefasto de la burocracia de IU
Aprender las lecciones de esta experiencia es de una gran importancia para las municipales y autonómicas. En muchas ciudades y pueblos, frentes muy interesantes de unidad popular se están consolidando con grandes posibilidades. Sin embargo, vemos también tristemente en otros muchos sitios una situación lamentable de procesos caóticos y conflictivos donde lograr una verdadera confluencia, aglutinadora y desde la base, no está siendo posible.
Esta situación, en muchos lugares, es producto del peso muerto de la burocracia derechista que lamentablemente sigue controlando el aparato de Izquierda Unida en muchos territorios. Para estas burocracias vale más mantener su puestecito de concejal o técnico que las posibilidades inéditas que la situación ofrece para transformar conjuntamente la situación y la política.
En muchos casos, los militantes de base de IU que luchan para superar ese peso muerto – entre ellos, gentes de SR - se enfrentan a maniobras grotescas, incluyendo expulsiones. Para los sectores críticos de IU y los dirigentes genuinos como Alberto Garzón, el tiempo para sanear la organización se está agotando. Sólo una lucha coordinada para echar a la caspa y un giro contundente a la izquierda para confluir desde la base en frentes democráticos de izquierdas puede salvar IU del abismo.
La lucha por gobiernos 100% anti-austeridad
Además, el debate tiene que ir más allá de las cuestiones organizativas, de si confluir o no y cómo. Frente a la posibilidad de que candidaturas de “unidad popular” consigan alcaldías o gobiernos autonómicos hay que debatir y tener mucha claridad respecto a las cuestiones programáticas. Desde SR sostenemos que gobiernos municipales y autonómicos genuinamente de izquierdas tienen que ser 100% anti-austeridad más allá de las limitaciones legales que el sistema impone. Hay que prepararse para, desde estas instituciones, rechazar las imposiciones de austeridad, y basarse en la movilización obrera y popular para exigir los recursos necesarios para financiar un plan económico que acabe con la austeridad y combata la miseria social.
En un año con tantas citas electorales es necesario incidir en que ¡votar no basta! Solamente la organización, movilización y lucha consciente de la mayoría, la clase trabajadora, puede garantizar una vida digna para todas las personas. Esa dignidad no se puede conseguir en un sistema capitalista en crisis. La defensa de un programa de ruptura con el capitalismo y de construcción del socialismo democrático es la tarea primordial que todos los luchadores conscientes de la izquierda política, sindical y social deben afrontar.